Les voy a contar una pequeña historia…
Comienza cuando Dios
creó a una niña con un corazón hermoso. La hizo tierna, amorosa, delicada, detallista y
preciosa. Cuando la creó, pensó en cuánto amor esta niña podría dar al mundo, pensó en la luz
que podría traer en medio de la oscuridad. La niña nació y empezó a
crecer: le encantaba jugar con las muñecas, al doctor, reírse todo el día y dar
muchos besos y abrazos.
Pero un día cuando
la niña tenía 8 años estaba con su familia de paseo y se fue a caminar sola. Dios
la cuidaba, pero a la vez el enemigo la asechaba y, ella en su inocencia, no
vio problema de estar sola. De repente, ocurrió algo que marcaría su vida para
siempre: un hombre adulto la había seguido y le empezó hablar, la trató de
confundir y enredar con sus palabras, ella no entendía, sentía que algo no
estaba bien, pero en ese momento no tenía a donde ir ni a quien llamar.
Pasó lo que algunos
de ustedes se pudieron imaginar y la niña fue abusada por este hombre en
cuestión. Con tan solo 8 años, siendo una niña llena de amor, de ternura y de
inocencia, su vida cambió por
completo.
Muchos se
preguntarán: ¿Dónde estaba Dios, el que la creo con tanto amor para ser luz en
medio de la oscuridad?, pues déjenme decirles que, aunque no lo crean, Dios
estuvo ahí, llorando a su lado, gritándole al oído a las personas que la
cuidaban que fueran tras de ella y no permitiendo que ocurriera algo peor, Dios
la cuido, pero el enemigo, el dueño de este mundo, hace de las suyas para que
todo lo que Dios crea para bien se convierta en mal.
Los años siguieron
pasando sin que nadie supiera nada de lo sucedido. La niña con su inmenso
dolor, con su gran confusión,
no comprendía lo que había vivido, solo sabía que no
había estado bien y que le causaba tanto dolor, tanta pena y tanto sufrimiento
que se encerró en sí misma, se calló durante años y se dejó consumir por la rabia y la
tristeza.
Cada
día su corazón se endurecía más, el dolor era más fuerte en lo profundo de su
ser. Esto la llevó a alejarse del propósito con que Dios la había creado, todo
para poder mantenerse de pie, y no dejarse derribar por las adversidades de
este mundo.
Cuando tenía 15
años, sus papás se separaron, sus hermanos se fueron de la casa y su mamá
consiguió una nueva pareja que llevó a vivir a su casa.
Habían pasado tan
solo 7 años en los que su vida dio un giro inmenso, su mundo, el que había
conocido, el que la mantenía de pie, se derrumbó, pieza a pieza se fueron
desprendiendo, y al final sentía que solo era ella, llegó a creer que hasta Dios
la había abandonado y que tenía que ser más dura, fuerte y mala porque así se sobrevivía en este mundo.
La soledad y el
dolor se convirtieron en depresión. A los 16 años sentía que su vida no tenía
sentido. Se empezó a refugiar en el licor y las fiestas. Empezó a sufrir de un
trastorno llamado cutting
o self injury (una conducta que presentan los
jóvenes entre 11 y 25 años que consiste en hacerse daño deliberadamente y a
escondidas para superar la ansiedad. El auto lesionarse en vez de ser un camino
para truncar su vida, es un mecanismo de supervivencia para sobrellevar un
trauma psicológico o dolor emocional provocado por variedad de
situaciones.)
El dolor era tan
grande en su interior que, al cortarse y experimentar dolor físico más fuerte,
sentía que el dolor interno se calmaba por un momento. Ella no permitía que
nadie se diera cuenta y solo lo hacía cuando sentía que no podía más con su
dolor o sus problemas. Ella no quería acabar con su vida, quería luchar y
seguir adelante, pero lo hacía para aliviar un poco ese dolor interno que
sentía, dejando huellas físicas del dolor emocional. Además de esto, tuvo algunos episodios de bulimia, sufría de ansiedad, tenía rabia con la vida y con el
mundo entero. Todo esto seguía sucediendo en silencio: sus papás separados, sus hermanos
viviendo fuera de su casa y ella viviendo con su mamá y su nueva pareja.
¿En esta parte de
la historia, aún creen que Dios siempre estuvo ahí? Creen que Él la abandonó,
que tal vez por un momento dijo: - Mmm… me equivoque cuando la cree para ser una mujer llena de amor, que traería luz en medio de la oscuridad, que animaría a otros y
amaría incondicionalmente. Mejor dejemos así… intentemos nuevamente por otro
lado porque definitivamente me equivoque -
Volviendo a la
historia, la niña siguió creciendo convirtiéndose en una señorita.
siempre fue tan fuerte que logró superar sola sin que nadie se enterara su
problema de cutting y de bulimia, dejando esos sucesos atrás pero, con más heridas en su
corazón. Dejando atrás el episodio que ocurrió a sus 8 años y siguiendo adelante.
Se convirtió en
modelo, usando su belleza física para ganar dinero y sentirse amada y alabada.
Así pasaron los años y ella se refugiaba en las fiestas, amigos, lo que se terminaba convirtiendo en alcohol y algunas
veces drogas ´´sociales´´.
Lo hacía porque la ayudaban a escapar de su realidad: le
hacía olvidar su dolor y, por
momentos, se sentía en un mundo paralelo donde todo
era perfecto y no existía el mal ni el dolor.
Cuando cumplió 22
años, pensaba que su vida no tenía sentido, había tratado de ser
fuerte desde los 8 años, de crecer a la fuerza, había escondido el dolor tan adentro
de su corazón que pensaba que ya no existía… Pero, sentada en el piso de su
habitación con insomnio,
sintió que ya no podía más, que no tenía fuerzas ni
siquiera para respirar, que ponerse de pie y levantar la mirada le costaba
tanto trabajo como si tuviera un carro encima. Sintió como su corazón estaba en
pedazos y esta vez no había cutting que calmara el dolor, no había alcohol,
fiesta o droga que la sacara de su realidad, porque al final iba a volver, y
cuando volvía era cada vez peor. Sintió
que lo había intentado todo, pero que nada la ayudaba realmente, que todo era
temporal pero, que su dolor era permanente. Así que se arrodillo con su cabeza
mirando al suelo, con lágrimas en sus ojos y con un silencio único. Ella le
dijo a Dios, el Dios que pensó que la había abandonado desde sus 8 años, el
Dios que sintió que nunca estuvo y que permitió tanto dolor, el Dios que cuando
la creó se equivocó:
-Señor, Yo te
necesito, ya no puedo más sola, estoy cansada, no tengo fuerzas. Si es verdad
que existes y has estado a mi lado siempre, quiero verte, quiero sentirte,
quiero escucharte y quiero que me tomes entre tus brazos, porque lo que quedaba
de esta niña valiente se acaba de esfumar y no puedo dar un paso más.-
Después de esa
noche pasaron unas semanas y alguién la invitó a una iglesia cristiana, llamada
El Lugar de su Presencia. Poco a poco, Dios le fue hablando, la fue levantando y
le fue mostrando cómo Él siempre había estado a su lado, le empezó a dar palabras de
aliento, a poner personas a su lado como apoyo, la lleno de paz y le demostró su amor infinito.
Un año después de esa noche, en la
que sintió que no podía más y busco a Dios en su corazón, se encontraba
nuevamente en su habitación, ese día era 18 de abril del año 2013 a las 2:22 am,
allí fue cuando sintió cómo una presencia hermosa la rodeaba, una paz inmensa, un gozo incomparable y un
amor infinito la llenaban, sintió a Dios a su lado, como nunca antes lo había
sentido, permitió que Él la tomara en sus brazos y la guiara. En ese momento, tomo el celular en sus manos y en una nota le empezó a escribir una carta a Dios
que decía:
Hoy es un día en el que siento que vuelvo a nacer de nuevo, siento
que estoy renunciando a mi voluntad, mis deseos, mis sentimientos y mis
emociones, para obedecer y cumplir la voluntad de Dios en mi vida. Hoy me
entrego a ti Señor, en cuerpo, alma y corazón para estar a tu disposición, para
que seas tú quien maneje mi vida y quien me ponga en el camino correcto, porque
yo vine al mundo a servirte, a obedecerte y a cumplir tu voluntad por encima de
todas las cosas.
Te agradezco padre mío por esta inmensa bendición que me disté el
día que pude conocerte, saber que existías y sentir que si eras real. Dispuse mi corazón y tu entraste en el para
sanarlo y para cambiarlo. Ahora tengo un corazón renovado, una vista clara y un
amor profundo e infinito por ti, que no se puede comparar con nada ni nadie en
este mundo, porque es algo sobrenatural que me hace sentir viva y me permite
levantarme todos los días con un amor inmenso hacia ti, hacia los que me rodean
y hacia la vida.
¡Te amo con todo mi corazón, Señor!
Desde ahí, nada,
jamás fue igual, como ese día a sus 8 años cambio su vida hasta entonces, esa
noche a sus 22 cambió nuevamente el resto de su vida, pero esta vez para algo
hermoso e indescriptible.
Hoy en día, han
pasado 8 años desde su encuentro con Dios, 23 años desde ese día que el enemigo
quiso alejarla de Dios y 31 años desde que Dios la formó y la creó para su
obra.
La niña ya no es
más una niña, está casada con un hombre espectacular que ama a Dios y tiene 2 hermosas hijas (gemelas). Siguió
asistiendo a la iglesia y hace parte de ella, tiene un grupo en su casa donde
habla de Dios y anima a otros a encontrarse con el único que puede transformar
vidas. Hoy su mamá y hermanos también conocieron a Dios, solo falta su papá, pero
ella está segura que llegara el momento perfecto.
Hoy en día está
llena de amor, no tiene rabia ni rencor en contra de su familia o de Dios por
“no haber estado” entiende y sabe que no fue culpa de Dios, que Él siempre
estuvo ahí, que fue culpa del enemigo, pero como dice en su palabra: Dios hace
que todo funcione para el bien de los que lo amamos. Él tomó algo malo y lo
convirtió en bueno, usó las experiencias y dolor para entender a las personas
que pasan por situaciones similares y poder extenderles la mano con autoridad y
enseñarles el único camino verdadero para salir de ese dolor.
Hoy en día está
escribiendo esta historia para compartirla con todos ustedes, porque esa
historia no es solo una historia, es mi testimonio: yo soy esa niña de la que
les hablé.
Natalia Ospina Acevedo
Pero esto no termina aquí: esta historia continuará…
Es inevitable llorar mientras leila, primero de tristeza después de felicidad. Eres una mujer valiente y esforzada.
ResponderBorrarCómo no dar todo Honor y toda Gloria a Dios!!!!
ResponderBorrarNati que valiente y fuerte eres al compartir tu testimonio, Dios esta en control siempre y el no nos da mas de lo que podamos soportar, su tiempo es perfecto, una brazo y bendiciones para ti.
ResponderBorrarEs inevitable llorar, a mi desde los 7 me abusaron y fue seguido hasta los 12. te entiendo ...pero sigo adelante ,el rencor solo hace daño a quien lo padece .un fuerte abrazo y bendiciones
ResponderBorrarNatalia, es inevitable que no me se arrugue el corazon, sin embargo Dios verdaderamente te trajo al mundo para iluminar muchas vidas, no te conozco, no conozco a tus hijas pero créeme que cada que veo sus historias, tu historia con tu esposo, tus perritos se que Dios está ahí, y lo más maravilloso es que le pido a Dios me de una familia como la tuya ( incluyendo las gemelas y otro perrito, ya tengo mi hija Yorkie y esposo... pero voy poco a poco) solo te digo que inspiras vidas, veo a dios en tu familia y lo construyo día a día en la mía, qué valentía y qué fortaleza que compartieras esto y sobre todo que no hayas llegado a quitar tu vida en esos momentos tan difíciles eres una guerrera nati, deseo que Dios siga obrando en tu familia, muchas bendiciones con amor de mi para ustedes 🙏🏼❤️
ResponderBorrarNati linda, hoy te admiro más que nunca. Eres una guerrera y princesa de Dios. Te abrazo a la distancia, gracias por contar tu historia.
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